Hemos hablado de que Dios, por su propia voluntad, y por medio de Jesucristo, nos bendijo, nos escogió y nos predestinó para que seamos sus hijos santos. Todo esto para alabanza de la gloria de su Gracia.
Cuando aprendemos a conocer a nuestro Señor Jesucristo, quien es, lo que hizo y hace a favor nuestro, no podemos dejar de amarlo y de alabarlo. Se aben nuestros labios porque nuestro corazón cae rendido ante nuestro Señor. Por eso he decidido hablar un poco más acerca de la alabanza.
Quiero recordarles, de todos modos, que la verdadera manera de alabar a Dios es por una vida rendida en obediencia a Dios.
¿Cuándo, dónde y cómo alabar a nuestro Señor? Responderemos estas preguntas con los Salmos, el himnario o corario que Dios dio a Israel y a su iglesia.
¿Cuándo? En la mañana, Sal 57: 7-8; 59:16; 92: 1-4.
En la tarde, 141:2
A media noche, 119:62 (Hch 16: 25-26)
Siempre, 34:1; 71:8; 145:2. (Ef 5: 19:20
¿Dónde? En las alturas, 148:1 ¿Qué te produce avión, o montaña?
En los cielos y la tierra, 57:5, 11; 113:1-3; 148:1-14
En la congregación, 22:22; 35.18; 107:31-32; 111:1
Entre los pueblos, 57:9; 108:3
En la cama, 63:5-6; 149:5 (42:8)
¿Cómo? Con todo el corazón, 9:1; 111:1
Con inteligencia, 47:7 Pensando lo que cantas.
Haciéndolo bien, 33:3
Con júbilo, 5:11; 27:6; 32:11; 47:1
Con la boca, 63:3, 5 (Lc 6:45)
Con las manos, 47:1; 63:4; 98:4
Con danza, 149:3; 150:4
Con instrumentos:
- Cuerda, 33:2; 150:3
- Viento, 98:6; 150:3; 150:4
- Percusión, 150:4-5, 149:3
¿Quiénes? Todas las naciones, 117:1; 67:3, 5
Los rectos de corazón, 32:11
Toda la creación, 103:20-21; 148:1-14 (Job 38:7)
Todo ser viviente, 150:6
¿Quiénes no alaban? Los muertos, 115:17; 6:5; 88:10 (Is 38:18-20) (Ef 2:1ss.)
¡¡¡Tú estás vivo y tienes vida eterna, por lo tanto alaba a tu Señor y Salvador!!!